¿Por qué las princesas en pleno siglo XXI siguen siendo remilgadas, ingenuas, frágiles e insulsas, caprichosas e inútiles?¿Por qué la visión del príncipe azul sigue teniendo cegadas a muchas niñas enganchadas a Disney, cuya máxima aspiración es parecerse a un dibujo animado carente de personalidad y cuyo único objetivo es ser rescatada por un héroe?
¿Qué pasaría si ...?
¿Caperucita tuviese una manada de lobos?¿A quién temería entonces?
¿Y si Cenicienta hubiese decidido deshacerse de toda la familia y dedicarse a su gran pasión, los zapatos de cristal?
¿Qué pasaría si ...?
¿Si Alicia hubiese cazado al conejito blanco?
¿Qué pasaría si ...?
¿Y si la sirenita decidiese pasar de la bruja y optar por la cirugía?
¿Y si la princesa del guisante no era tan exagerada como parecía?
¿Por qué no pudo ser el Príncipe rana el que despertó a la Bella Durmiente del Bosque para así acabar con dos maldiciones de un solo beso?
¿Y si la inocente Blancanieves no fuera tan ingenua como parecía?¿Y si no sucumbiera a la tentación de la manzana?
Sucedería ...
que tendríamos auténticas Princesas: mujeres dueñas de su vida, decididas, valientes, inteligentes ... en definitiva, mujeres de verdad.
que tendríamos auténticas Princesas: mujeres dueñas de su vida, decididas, valientes, inteligentes ... en definitiva, mujeres de verdad.
Texto e acuarelas de María Reboredo (Belas Artes)
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